Mañana es 21 de diciembre, día del Espíritu de la Navidad, hay familias que tienen la tradición de celebrar este día reunidos con familiares y amigos, y revisar si se cumplieron sus más anhelados deseos del año que termina y escribir sus 21 deseos para el próximo año, los cuales se reparten en 7 para la propia persona y 14 para la humanidad.
La Navidad es una época celebrada en casi el mundo entero e incluso diferentes religiones se suman a estas festividades dándoles sus propias creencias y formas de darle “sentido” a estos conmovidos días. Para algunas personas incluso también son días de cierta tortura, porque no saben bien cómo o con quién celebrarlo, algunos separados de sus seres queridos y otros añorando a quienes los acompañaron un día y hoy no están.
Sea como sea la circunstancia y condición de cada cual, es indiscutible que la Navidad suele ser añorada especialmente por los niños. Ellos esperan estas fechas porque no tendrán clases, no tendrán que madrugar y muchos recibirán uno, o algunos regalos de parte de Santa Claus, Papá Noel, los Reyes Magos o familiares y amigos. Son días de reunión, se abren las puertas de casa y se trata de convidar, con alimentos y bebida, a celebrar un año más de vida y un año nuevo que está por llegar, lleno de esperanzas y sueños, como la nueva vida que tiene un recién nacido.
Es importante en estos días, tratar de esforzarse por contagiarse un poco de ese espíritu infantil pero con los pies en la tierra. No olvidar abrazarnos a nuestros más anhelados deseos pero con la convicción de que Santa está encarnado en nosotros mismos y que sólo con nuestro esfuerzo hará posible alcanzar aquello que se desea y esperemos, por supuesto, y que un poco de suerte salpique nuestros sueños como si de una lluvia de estrellas se tratara.
El mundo no para en sus incesantes cambios, pero si se observa un poco la historia no es tan diferente de los que han vividos nuestros ancestros, cambios y más cambios, incesantes e imparables como la necesidad humana de adaptarse a ellos para poder sobrevivir.
Desde mi humilde opinión, en el 2020 temas como economía y ética serán dos temas a considerar, afrontar y encarnar por casi todos. Las personas necesitan saber un poco más de economía. Es Navidad y la economía es tan importante como el amor y la bondad que caracterizan esta época decembrina. ¿Para qué? Para saber ganarlo mejor en estos cambios que la tecnología a impuesto a las finanzas, inversiones y formas de generar riqueza, para saber invertirlo, para ser excelentes profesionales en lo que cada quien decida y poder gestionar mejor sus recursos.
Y la ética, porque en una época de apuros incesantes, donde cada vez el amor se vuelve más obsoleto para muchos y a la vez es tan necesitado por todos, la ética, es la única capaz de marcar una diferencia en nuestro hacer, en nuestras decisiones y en lo que somos o no capaces de transmitir a nuestro alrededor.
Mister Walker, empresa que dirijo, tratará de ofrecer sus mejores posibilidades para sumar posibilidades a las necesidades de sus alumnos y seguidores, para transmitir valores a través de cursos con contenido actualizado, entendible y capaz de asumir por casi todos sus usuarios.
Os deseo una buena Navidad y que no falte
lo mínimo e imprescindible para que sean unos hermosos días,
de reflexión, de escribir y de plasmar lo que sí se quiere
lograr en el próximo año que está por llegar. Para ello no
olvidéis contar y agradecer con todo lo que sí tenéis,
que no es poco, así sea sólo la propia vida, una camiseta, un
par de zapatos y un trozo de tierra que pisar, ya es un
excelente comienzo, lo demás está por construir. ¡Feliz
Navidad!
PATCH ADAMS, FROM PAIN
TO HUMOR
Many will sound the name of Dr. Patch Adams, because in 1998, exactly on December 25 was released in theaters in the United States this movie that is titled the artistic name of who inspired it, his real name however is Hunter Doherty "Patch" Adams.
Since then many comments have been made regarding the film, its protagonist, the famous actor Robin Williams, who died in 2014 to commit suicide, on the other hand the continuing allegations of Dr. Adams regarding the scope of the film, which Without a doubt, it led him to be known throughout the world for his project of a free care hospital called Gesundheit, as well as for his complaints about the non-compliance of Universal Studios with respect to a donation of greater amount for said project.
But in this article I intend to put the accent of something essential, Patch is a doctor who is convinced of the power of laughter, humor, compassion and time as inescapable members in the process of interviewing and healing with their patients, for more than 40 years he and several colleagues and collaborators have supported him in offering this kind of humanized attention to many people.
See Dr. Adams can confuse, is a doctor who goes clown in all its splendor, from his colorful clothes, his hair to the waist half white, half blue, his nose red and even that mucus that carries in a pocket and I love to hang it from my nose and it reaches up to my chin. But just as it smiles and carries color and humor as a flag, it also has a discourse with content, value and that tries to increase and sustain that "human" trait that sometimes remains hidden in the daily lives of individuals, in a vain attempt to avoid their condition of being "subjects".
Patch Adams, whom we will have the pleasure of seeing in a keynote address on La Alegría at the I Conference on Management and Talent that the Mister Walker Training Company will carry out in the City of Miami in November of this year, emphasizes in the "humor". However, it is interesting to get a little closer to his story without falling into the arrogance of performing a wild analysis on himself, but on the genius that has led him to be able to sustain himself in life in a different way during all these years.
Dr. Adams from a young age was the target of the jokes of his fellows, grew far from his city and immersed in dualities between the positions he observed between his mother and father figures that caused concern, over the years and as a result of more situations that he experienced and of which he managed to realize beyond his intention, led him to carry out serious questions about life and especially about his life and his desire to remain standing in this complex world. Even so, after several internships and therapy periods he managed to rewrite his story from another place that brought him closer to humor, to the commitment to try to make better the lives of many people he knew or could meet and, consequently, his own. The story and the message of Patch Adams goes much further than the parody of his costume, his speech that triggers truths and hardships about the pain of existing, but uses compassion and humor as a possibility of support.
Humor and laughter are often equated wrongly. The joke is rather casual, casual, what happens as seeing someone fall for example and produce laughter, or the response to a joke, are unconscious responses. But humor is another thing, it leads to an answer of that reality that collides and that hurts from another perspective. Reality leads to displeasure, it is never complete and there are situations where the reality of the moment becomes untenable and humor supervenes to deny it and at the same time sustain the subject in the face of misfortune.
But I do not mean here the laughter and humor that can be observed in so-called pathological situations, which denies and invents another parallel reality through fantasies, but from a construction that includes the denial of the fact from a remake, which contains the pain that produces but from a return that allows it to make it sustainable. From the humor a joke is made of that which afflicts, but not a fantastic reality sustained in time with components of delirium which is what we would understand as pathological and it is not what I intend here to refer to. As the popular saying goes, being able to laugh at yourself or your circumstances is definitely a virtue.
Humor and drive of life are linked and win the game to Thanatos. But it is not always so easy to make it flourish, but it is part of that "creative" process in which the cure consists, and it does not go from the Other to itself, but from the rewriting that each one must make of himself. No wonder Dr. Adams insists in his speeches that one of the best legacies of parents to children is self-esteem. But boy, does this contain ingredients, lines thin and at the end, between what is taught and what is transmitted there is a medley of ingredients, in addition we would be left erroneously confined to determination and less badly, there are more possibilities and responsibilities. Definitely this gift of humor, created by each and not granted by its history, Patch is used to alleviate protocols, distances, pains and approaching that human, childish and lacking trait that in the end every subject has. A reparatory mood.
Elizabeth Cantero
PATCH ADAMS, DEL DOLOR
AL HUMOR
A muchos os sonará el nombre del Dr. Patch Adams, ya que en 1998, exactamente el 25 de Diciembre se estrenaba en los Cines de Estados Unidos esta película que lleva por título el nombre artístico de quien la inspiró, su nombre real sin embargo es Hunter Doherty "Patch" Adams.
Desde entonces muchos comentarios se han producido con respecto al film, de su protagonista, el famoso actor Robin Williams, quién falleció en el año 2014 al suicidarse, por otro lado las continuas alegaciones del Dr. Adams con respecto al alcance de la película, que sin lugar a dudas lo llevó a ser conocido en e mundo entero por su proyecto de un Hospital de atención gratuita llamado Gesundheit, así como por sus quejas por el incumplimiento de Universal Estudios con respecto a una donación de mayor importe para dicho proyecto.
Pero en este artículo pretendo poner el acento de algo esencial, Patch es un médico que está convencido del poder de la risa, el humor, la compasión y el tiempo como integrantes ineludibles en el proceso de entrevista y cura con sus pacientes, durante más de 40 años él y varios colegas y colaboradores le han apoyado en ofrecer este tipo de atención humanizada a muchas personas.
Ver al Dr. Adams puede confundir, es un médico que va de payaso en todo su esplendor, desde su ropa colorida, su cabello hasta la cintura mitad blanco, mitad azul, su nariz roja y hasta ese moco que lleva en un bolsillo y le encanta colgárselo de la nariz y le llega hasta la barbilla. Pero así como sonríe y lleva el color y el humor como bandera, también tiene un discurso con contenido, con valor y que intenta aumentar y sostener ese rasgo “humano” que a veces se queda oculto en la cotidianidad de los individuos, en un vano intento de obviar su condición de ser “sujetos”.
Patch Adams a quien tendremos el gusto de ver en una conferencia magistral sobre La Alegría en las I Jornadas de Gestión y Talento que la empresa de Formación Mister Walker llevará a cabo en la Ciudad de Miami en el mes de Noviembre de este año, hace énfasis en el “humor”. Sin embargo, resulta interesante acercarnos un poco más a su historia sin caer en la arrogancia de realizar un análisis salvaje sobre sí mismo, pero sí sobre la genialidad que le ha llevado a poder sostenerse en la vida de una forma diferente durante todos estos años.
El Dr.
Adams desde muy joven fue el blanco de las burlas de sus
congéneres, creció lejos de su ciudad e inmerso en dualidades
entre las posiciones que observaba entre sus figuras materna y
paterna que le provocaban inquietud, con el paso de los años y
a consecuencia de más situaciones que vivenciaba y de las que
lograba percatarse más allá de su intención, le llevó a
realizarse cuestionamientos serios sobre la vida y en especial
sobre la suya y su deseo de mantenerse en pie en este complejo
mundo. Aún así, tras varios internamientos y períodos de
terapia logró reescribir su historia desde otro lugar que le
acercó al humor, a la apuesta por intentar hacer mejor la
vida de muchas personas a las que conocía o podría conocer y
en consecuencia, la suya misma. La historia y el mensaje de
Patch Adams va mucho más lejos que la parodia de su traje,
su discurso que dispara verdades y penurias sobre el dolor
de existir, sino que utiliza la compasión y el humor como
posibilidad de sostén.
El humor y la risa suelen equipararse erróneamente. El chiste es más bien fortuito, casual, aquello que sucede como ver a alguien caerse por ejemplo y produce risa, o la respuesta ante un chiste, son respuestas inconscientes. Pero el humor es otra cosa, conlleva a una respuesta de esa realidad que choca y que duele desde otra perspectiva. La realidad conlleva displacer, nunca es completa y hay situaciones donde la realidad del momento se hace insostenible y sobreviene el humor para negarlo y a la vez sostener al sujeto ante el infortunio.
Pero no me refiero aquí a la risa y el humor que se puede observar en situaciones denominadas patológicas, que deniega e inventa otra realidad paralela a través de las fantasías, sino desde una construcción que incluye la negación del hecho desde un rehacerse, que contiene el dolor que produce pero desde una vuelta que le permite hacerla sostenible. Desde el humor se hace un chiste de aquello que aqueja, más no una realidad fantástica sostenida en el tiempo con componentes de delirio que es lo que entenderíamos como patológico y no es a lo que aquí pretendo referirme. Como dice el dicho popular, el poder reírse de sí mismo o de sus circunstancias, es definitivamente una virtud.
Humor y pulsión de vida se enlazan y le ganan la partida a Tánatos. Pero no siempre es tan sencillo hacerlo florecer, más forma parte de ese proceso “creativo” en el que consiste la cura, y no va desde el Otro hacia sí mismo, sino desde la reescritura que cada quien debe hacerse de sí. Con razón el Dr. Adams insiste en sus discursos que uno de los mejores legados de los padres a los hijos es la autoestima. Pero vaya si esto contiene ingredientes, líneas delgadas y a la final, entre lo que se enseña y lo que se transmite hay un popurrí de ingredientes, además nos dejaría erróneamente confinados a la determinación y menos mal, hay más posibilidades y responsabilidades.
Definitivamente de este don del humor, creado
por cada quién y no otorgado por su historia, es del que
Patch hace uso para aliviar protocolos, distancias, dolores
y acercarse a ese rasgo humano, infantil y carente que a fin
de cuentas todo sujeto posee. Un humor reparatorio.
Elizabeth Cantero
Image of a Scene from the Patch Adams Movie
Queridos
lectores, dado que aún estamos en el mes de Enero aún puedo
felicitaros y deciros que
tengáis el mejor año posible y que no os falte lo suficiente
de cada cosa que deseéis, ni la fuerza para alcanzarlo.
Así suelo felicitar el año nuevo, año tras año, lo que mayoría resume en un pretérito ¡Feliz Año Nuevo! Pero basta con echar una ojeada al entorno para entender que es una utopía pretender que en un mundo de millones y millones de personas, que todos tenga un “Feliz” Año Nuevo, y menos si la Felicidad se entiende como un estado pleno de dicha, ausente de toda dificultad, dolor o conflicto. Aún así, ciertamente, no es excusa suficiente para no desearlo, a fin de cuentas, el deseo tiene ese componente de imposibilidad, de no alcanzarse nunca del todo para que sea: “deseo”.
También
hay que añadir en esta reivindicación del bienestar, que un
año nuevo sólo es un día más que comienza tras el final del
ayer, como ocurre cada día. Pero al quedarnos en esta frase “un
año nuevo sólo es un día más que comienza tras el final del
ayer”, se debe atajar que lo nuevo no llega sin
despedida y muchas veces en lo humano, decimos querer y desear
una serie de cosas o situaciones, pero sin llevar de
la mano el esfuerzo y el movimiento que requiere acercarse a
eso que “se dice” desear, justamente porque implica una
pérdida, un cambio y además una zozobra de qué pasará
después.
Angustia
y deseo se toman de la mano, una para impulsar y relanzarse
una y otra vez y la otra para dificultarlo, para
inmovilizar a través de fantasmas y los síntomas propios que
resultan de la subjetividad y alteridad que significa el ser
“otro”.
La madre, el padre, los hijos, la pareja, el socio, los compañeros, los colegas, los amigos y hasta el mejor amigo siempre es “otro” con el que lidiar, con el cual a veces regocijarnos y del cual en otras, afligirnos.
Tenemos un año nuevo, un comienzo simbólico que hace que un año anterior, bueno o malo ya pasó y tenemos uno nuevecito, de paquete, sin estrenar para cada uno de nosotros que incluye la posibilidad de hacer algo diferente con él, es decir, con nosotros mismos. Y ahí radicaría probablemente gran parte de la oportunidad de que resulte este año más cercano a la obtención de nuestros más anheladas metas, sueños…, eso: “deseos”. Pero como el deseo es inconsciente, y no siempre encaja con aquello que decimos querer, recae ahí el intringulís humano en que se desea algo y no se sabe cómo se termina en otra, sin entender bien qué ha pasado en el camino. Es un recorrido que como no incluya una parada a mirar-nos, puede ser más largo de lo que nos gustaría.
Tendemos a repetirnos, a recrear una situación anterior y familiar en nuestro ahora, y eso ocurre más allá de la intención, es inconsciente, sin embargo existe la posibilidad de estar alerta contra nosotros mismos para no andar de nuevo por ese suelo acristalado, tan conocido, pero que sin duda no nos va a llevar a alcanzar lo que decimos querer.
El año nuevo implica esfuerzo e implica duelo. Es un ¡Hola al Año Nuevo! acompañado de un adiós para siempre al anterior, así son los cambios.
Atajemos la posibilidad y ahora sí, mi deseo para este nuevo año queridos lectores es que podáis encontrar la forma y la fuerza de atravesar la angustia que implica, que nada tiene que ver con el miedo, aunque a veces en el coloquio popular de denomine así, para entonces abrazar aquello querido y anhelado, para disfrutarlo, para toparnos que aunque no es del todo como se creía, desde ahí, relanzarnos una y otra vez. ¡Que tengáis el mejor año nuevo que las circunstancias externas y vosotros os podáis brindar!
No puedo
cerrar este artículo sin mencionar dos anécdotas de los dos
países que llevo que son España y Venezuela. A muchos
españoles se nos empaño la celebración del año nuevo tras la
triste noticia de hallazgo del cuerpo de Diana Quer, que nos
dejó una esperanza echada por tierra, y a los pocos días nos
hemos topado con la noticia de más asesinatos en Venezuela,
que salvando las diferencias, también incluyen una esperanza
echada por tierra, cientos de personas, semana tras semana. Para
todas esas madres, que sufren ante la pérdida de sus seres
queridos, para sus familiares y amigos, mis condolencias y
acompañamiento en tan duros momentos, que el tiempo sea para
todos ternura y compasión.
Y para los que aún seguimos en el carrusel de la vida que no se nos pase por alto que nuestro pase tiene fecha de finalización y ¡la vida es hoy!
Elizabeth Cantero
A través del artículo de esta semana, se pretende aunar dos temas intrínsecamente enlazados como lo son las dificultades actuales laborales y la relación con el dinero.
Empecemos exponiendo una verdad innegable y es que la forma clásica y vigente hasta no hace mucho de estudiar o formarse en una profesión, era el primer paso para posteriormente conseguir un trabajo bastante cercano a lo ideal del imaginario común, que proveía una estabilidad económica a los sujetos, o por lo menos a unos cuantos. Sin embargo, el adelanto de la tecnología de los últimos 20 años, sumado a la crisis mundial actual (más allá de que dicha crisis no es casual ni muchísimo menos), ponen en jaque no sólo el bolsillo de muchos, sino a continuación sus emociones, pensamientos y relación consigo mismo y con quienes le rodean.
Estamos en medio de un momento en la historia de la humanidad, ante un cambio hasta ahora inevitable y el cual parece irrevocable donde toca “reciclarse”, pero no sólo en la forma de crear dinero sino en la relación subjetiva que se tiene con él. Digamos que para algunos este cambio será una fuente de inspiración que producirá nuevas personas enriquecidas y otras muchas en grave riesgo de exclusión.
Pero más allá del capitalismo, en ocasiones salvaje que impera en el mundo occidental, es importante poder ver un poco más adentro, por la mirilla, cada situación, a cada quién.
La arquitectura, la medicina, la ingeniería, el cultivo y tantas otras profesiones, han cambiado radicalmente en su forma, requieren de continuas actualizaciones, un informático graduado hace 15 años estará obsoleto en la actualidad, pero como dice Emilio Duró, todas las carreras al cabo de “x” tiempo ameritan revisiones, cambios, adaptaciones, quedan obsoletas y todo esto nos invita a que hay que mantenerse en el proceso de “saber”. Sin embargo, en medio de la inmediatez que impera, el saber si no es breve y conciso interesa poco, y además se tiende a obviar que hay que saber más de finanzas, de la profesión “x” que cada uno haya elegido, pero también y sobre todo, saber más sobre uno mismo.
La generalización del trabajo precario facilita agruparse en el espacio de los que no pueden o no consiguen mejorar, y hay una realidad tangible ineludible, pero, también hay quiénes consiguen salirse de ese espacio, ¿qué pasa con ellos?
Y es aquí, donde entra la subjetividad implícita que tiene cada quién con el dinero. El dinero es algo que “circula”, lo cual hace que vaya más lejos de que se “tenga” o no se “tenga”. Dictados religiosos que aunque algunos han pasado de moda, muchos sujetos en edad de producir en la actualidad han sido amamantados con el lema de que el dinero es pecaminoso, malo, si se tiene mucho habrá qué cuestionar con lupa cómo se obtuvo, si se tiene poco o muy poco, se entra en un círculo de “pobres pero buenas personas”. Salir de ambos bandos es toda una encrucijada para el sujeto, significa una pérdida, significa salir del núcleo familiar (que va más lejos que la familia en sí, me refiero a lo “familiar”) para producir una identidad propia que implica cuestionamientos propios y acerca del entorno que pueden poder en entredicho lo oído y asimilado hasta el momento como verdad. Una verdad casi siempre sentida como única, sin más opciones, el resto sería blasfemia.
Lo humano, no sólo se dirige a su bienestar como nos recuerda Freud en “Más allá del principio del placer”. El dinero puede ganarse para generar, para mejorar, o también para destruir o destruir-se.
Lo que está ocurriendo en la actualidad invita una y otra vez a reciclarse, y volverse a reciclar, a emprender algo diferente. Mantenerse en sujetos del derecho y no también del deber, iba a decir de la obligación, pero no está bien visto por el cántico contemporáneo hablar de obligaciones o culpas, sin embargo ¿cómo se siente alguien cuando no es responsable? Mantenerse en sujetos del derecho, y sobre todo sólo del derecho, les exonera de oportunidad, al contrario de lo que parece.
No hay receta común para salir del entuerto económico generalizado en muchos países del mundo, sin duda, los que se encuentran en la función de mando y dirección de las riendas de un país deberán pensar opciones de cómo regenerar la economía, dícese así: “economía”. Pero en cuanto a lo subjetivo, no hay economía posible, todo lo contrario, un pago, el pago que implica querer saber, cuestionarse, exponerse, replantearse, un pago que aunque apee de espacios comunes con los que se habita cómodamente, a nivel de crítica o ambos inclusive, propiciará un espacio particular que permita una nueva relación con el dinero, con el entorno y ojalá, más rentable…
Elizabeth Cantero
We continue to talk about talent, but this time, one even more complex, the so-called "relational talent". The first time I heard this expression I was somewhat stunned, my interlocutor, a daring executive, writer and of recognized prestige in Madrid explained to me what he understood by this terminology. It goes further away from the qualities expected in any "leader", or from the useful tactics in the "negotiations", it is the quality of relating as they call "positively", to achieve fruitful links and alliances and the least expendable possible.
The talent of relating to the environment is the most suitable for what is expected. It is indisputable that at a negotiating table, an executive who does not have a certain ease in the use of language, insight, who is capable of empathizeing and not forgetting his goal, must accompany a certain relational talent. What particularly frightened me a bit of terminology, is the homogeneity of what is expected and ease that such a discourse, without being extended a little, so many more disaggregated can generate. There are certainly many courses, consultancies and other trainings to learn and improve the ways of relating, especially in the field of negotiations.
I have worked as a training consultant myself. However, the clinic shows me, that this talent that esperablemente all should possess, makes obviate a unique feature present in each subject, which makes it different from others, and the issue is that every subject has a trait like that, which makes him look like... , but it also concerns him alone. Sometimes, it is not that you have no relational talent, but you have not been able to afford a certain person, a more fluid and kind interaction with others because there are unconscious circumstances that inhibit you, and you can do all the formations you want that you will not Power, if your "subject condition" is not put into play.
People go through times and situations that influence that sometimes it is better or worse the way they relate. We all listen incessantly when a difficult or painful time is spent almost the request exclaimed of the environment that begs and the little demands that one must be well, to be reposed, to rise and to walk. And without doubt, the bet is for life, but sometimes it is necessary to traverse certain disturbances, pains, almost always losses to be made that allow to continue in the wheel of life as upright as possible.
But incessant positivism, negotiation techniques that end up being invasive and aggressive, disguised as kindness, only produces more disaggregated, more people saddened, angry and able to destroy their relationships instead of relaunching and recreating them According to the changes raised. Relational talent has to do with the ability to "want to know", to be able to undertake new forms and possibilities of relating.
This knowledge is not just about technical or foreign, but about an internal process. We have all known professionals who know their work, they expose it well, but it does not allege anything of them, "Something is missing, we would say", unlike the professionals who notice "pierced" by what they enunciate. When things invite questioning and rethinking situations, they usually generate rejection. Changes are disruptive, tiring, causing anguish, but they can also open up new possibilities.
The talent also has to see sometimes to go against the mass. I remember a program I saw in a documentary in the 2 that was an experiment where a person had to go asking a series of questions to his interlocutor, who was hiding in a supposed room, each positive response generated points, each answer Refusal allowed the interrogator to make a small electric shock to his interlocutor in punishment not to respond correctly, and the voltage was going up as they added incorrect questions. Nobody saw him, but they all heard him complain about the pain.
The presenter of the false program encouraged the interrogator not to stop, the audience was given the spectacle "imaginary" but auditory. Finally only a few decided to disobey the displeased and threatening presenter, confront a surprised audience and do not continue to perform electric discharge to the interrogated, which by the way, had never received any, because everything was a montage for To measure human responses to the rise of the public, authority and subjective response to such a situation.
And you'll say what this has to do with relational talent? Because sometimes, to expose in a generic way as "talent" something that produces pleasure, without measuring what that process entails, can generate tremendous economic, political and social chaos.
Relational talent includes ethics, and when a subject is embracing a process of his own, which has merited him and deserves some effort, his response to the different, i.e not the perverse positions, but the human differences that are Inherent to everyone, will allow you to have more kind and successful relationships and agreements.
If the relational talent includes a negotiation that is as kind and successful for both of us, it should take into account what we call "culture", that is, one and the other, who is looking for one and waiting for the other. In conclusion, it is a work of thinking of oneself but including the other, with its differentiated traits, with its distant expectations.
It includes alighting of the initial narcissism to be able to initiate and give place nothing more and nothing less "than the other". Another, always another to have to deal with and try to agree.
Seguimos hablando del talento, pero en esta ocasión, de uno
aún más complejo, el llamado “talento relacional”.
La primera vez que escuché esta expresión me quedé un tanto
atónita, mi interlocutor, un ejecutivo audaz, escritor y de
reconocido prestigio en Madrid me explicó lo que él entendía
por esta terminología.
Va más lejos de las cualidades esperables en cualquier
“Líder”, o de las tácticas útiles en las “negociaciones”,
se trata de la cualidad de relacionarse como llaman
“positivamente”, lograr enlaces y alianzas
fructíferas y lo menos desgastantes posibles. El
talento de relacionarse con el entorno la forma más adecuada
para lo que se espera.
Es indiscutible que en una mesa de negociaciones, un ejecutivo
que no tenga cierta facilidad del uso del lenguaje,
perspicacia, que sea capaz de empatizar y no olvidar su
objetivo, deberá acompañarle un cierto talento relacional.
Lo que particularmente me asustó un poco de la
terminología, es la homogeneidad de lo que se espera y la
facilidad que un discurso así, sin ser ampliado un poco,
tantos desagregados más puede generar.
Ciertamente existen cantidad de cursos, consultorías y demás
formaciones para aprender y mejorar las formas de
relacionarse, sobre todo en el ámbito de las negociaciones. Yo
misma he trabajado y trabajo como consultor de formación. Sin
embargo, la clínica me evidencia, que este talento
que esperablemente todos deberíamos poseer, hace
obviar un rasgo único presente en cada sujeto, que le hace
diferente a los demás, y el asunto es que todo sujeto posee un
rasgo así, que le hace parecerse a…, pero también le concierne
solo a él .
En ocasiones, no es que no se tenga talento
relacional, sino que no ha podido permitirse cierta persona,
una interacción más fluida y amable con los otros porque hay
circunstancias inconscientes que le inhiben, y ya podrá
hacer todas las formaciones que quiera que no va a poder, si
su “condición de sujeto” no se pone en juego.
Las personas pasan por épocas y situaciones que influyen en
que a veces sea mejor o peor la forma en que se relacionan.
Todos escuchamos incesantemente cuando se pasa una época
difícil o dolorosa casi la solicitud exclamada del entorno que
ruega y al poco exige que hay que estar bien, reponerse,
levantarse y andar. Y sin duda, la apuesta es por la vida,
pero a veces hace falta atravesar ciertas perturbaciones,
dolores, casi siempre pérdidas que elaborar que permitan
seguir en la rueda de la vida lo más erguido posible.
Pero el positivismo incesante, las técnicas de
negociación que terminan siendo invasivas y agresivas,
disfrazada de amabilidad, sólo produce más
desagregados, más gente entristecida, enrabiada y capaces de
destruir sus relaciones en vez de relanzarlas y recrearlas
según los cambios suscitados.
El talento relacional tiene que ver con la capacidad
de “querer saber”, para poder emprender nuevas
formas y posibilidades de relacionarse.
Y
diréis qué tiene que ver esto con el talento relacional?
pues que a veces, exponer de forma genérica como “talento” algo que produzca placer, sin
medir lo que ese proceso conlleva, puede generar tremendos
caos económicos, políticos y sociales.
El talento relacional incluye ética,
y cuando un sujeto está abrazado a un proceso propio que le
incumbe, que le ha ameritado y le amerita cierto esfuerzo,
su respuesta ante lo diferente, entiéndase no los
posicionamientos perversos, sino las diferencias humanas que
le son inherentes a cada quién, le permitirá relaciones y
acuerdos más amables y exitosos.
Si el talento relacional incluye una negociación lo más
amable y exitosa para ambos, debe tener en cuenta aquello
que en formación llamamos “la cultura”, es decir, a uno y
al otro, que busca uno y que espera el otro.
En conclusión, es un
trabajo de pensar en sí mismo pero incluyendo al otro,
con sus rasgos diferenciados, con sus expectativas
distantes. Incluye
apearse del narcisismo inicial para pode entablar y darle
lugar nada más y nada menos “que al otro”. Otro, siempre
otro con el cual tener que lidiar y procurar acordar.
(Artículo disponible en español al finalizar este texto en inglés)
Talking about "Talent" is very fashionable lately. In the
business areas it is one of the daily enunciations and that
has transported it through the contemporary discourse to the
common space. You have to develop talent, you have to have
talent, you have to know how to do with that talent, which
is almost understood as something not particular, but
overcrowded. A talent of all and for all.
However, to speak of talent is to speak of the subjective, of
the particular, beyond its possibilities of reach, but we will
talk about that a bit later.
The talent is sometimes an innate quality is said, the
subject has no effort, good hearing for music, the ability to
slide your fingers through the piano, the ability to learn
languages easily, the ability to sew, the art ..., the
capacity of something "x" that is the quality of someone in
particular. However, that ability or talent is not enough,
it does not say anything, I mean in terms of the promise of
getting something specifically through it. And that
something always translate into success or failure.
Talent can be innate or it can be built, and when it can be
built it is because it comes embraced to another trait as
important as the first, which has to do with effort,
resilience, desire.
You can have a good ear but not make the effort to learn
music, or commit to so many hours of practice and daily
classes of an instrument, or go to the conservatory every year
that involves becoming a musician. Or simply not having the
drive to work on how to take advantage of that talent.
I am sure that all of you who are reading this article, you
will meet those incredible people that we could call "a
diamond in the rough", with a talent and quality for "x"
thing but that inexplicably (from the sense that dominates
our discourse) does not profess no noticeable satisfaction.
But on the other hand there is the subject who has a
passion, a desire for piano, art, computer science,
medicine, to name a few, agriculture, all the
particularities that make up the world, but who have no
greater talent in that What he likes, however, he tries,
tries, learns and gets "something" through that.
Of course I do not mean someone with a baritone voice trying
to become a soprano, because that would be to pursue an
impossible that would take away any pleasure, although there
are very flexible and capable voices, but I do not mean those
exceptions or those impossible.
But someone with the intention to improve and pursue what you
want to achieve. To that the current discourse also calls it
talent, and in a certain sense it is, and goes beyond
resilience, it has more to do with wanting to know, with the
search of desire, with the arduous effort that this search
implies.
In this search for talents and the creation of talents, we
sometimes lose sight of the particularities of the subjects
that can cause us to sometimes have a talent that never
generates anything or those who, without having it, generate
possibilities for moments of happiness and happiness.
success.
And there is something else that returns the clinic and is
obviated in the training courses directed by everyone for
everyone, promising success as a final result where nothing
else happens.
Presenting success like this, concentrated, closed, can give
us back a "sick" subject. Yes, sick. Not because success is
bad, no, but when it is enunciated as a single, attainable and
closed end.
Freud spoke of "those who fail when they succeed". When you
reach a something, someone or situation that closes almost
the meaning of life and then unfolds a range of neurosis. It
seems that it could not happen because it does not make
sense, however, it happens.
I remember the case of a patient who could not survive without
the continued help of his parents or his partners, who in
exchange for the favor of helping him tried to manipulate and
"buy" in different ways. With the step in therapy he managed
to recover, to get his own income with which to support
himself, to get away from people who did not like him well and
to live with a new partner in which each one maintained a
certain economic and emotional autonomy, when that happened,
he began to get sick. almost every week and he even had to be
admitted for panic attacks and anguish that he could not
explain. He had achieved the desired thing, success was
served, but he could not with the unconscious faults and the
unresolved conflicts of his history. He needed a good time
more in therapy, to be able to coexist with money from his own
pecunium and someone who would love him well without being
paralyzed by his ghosts.
The recipes are not for everyone, they must be made to
measure.
It's rougher than making a common recipe, but that's what
talent consists of, in a know-how. Having a good ear and not
wanting to make the effort that entails improving it,
learning from it, seeing what it can be useful for you, is
like having no such at any With the talent, it is born
sometimes but it is created too, and when they come together
it is already a conjunction that produces a pyrotechnic
show, with combustion, sparks and also smoke, and it is
better not to forget about the latter too.
Hablar del “Talento” está muy de moda últimamente. En los
rubros empresariales es una de las enunciaciones cotidianas y
eso lo ha transportado a través del discurso contemporáneo al
espacio común. Hay que desarrollar el talento, hay
que tener talento, hay que saber hacer con ese talento, que
ya casi se entiende como algo no particular, sino
masificado. Un talento de todos y para todos.
Sin embargo, hablar del talento es hablar de lo
subjetivo, de lo particular, más allá de sus
posibilidades de alcances, pero de eso hablaremos un poco más
adelante.
El talento en ocasiones es una cualidad innata
se dice, la posee el sujeto sin mayor esfuerzo, el buen oído
para la música, la capacidad de deslizar los dedos por el
piano, la capacidad de aprender idiomas con facilidad, la
capacidad de la costura, el arte…, la capacidad de algo “x”
que es cualidad de alguien en especial. Sin embargo,
esa capacidad o talento no es suficiente, no dice nada,
quiero decir en cuanto a la promesa de conseguir algo
específicamente a través de ella. Y ese algo siempre lo
traducimos en éxito o fracaso.
El talento puede ser innato o puede construirse, y
cuando puede construirse es porque viene abrazado a otro
rasgo tan importante como el primero, que tiene que ver con
el esfuerzo, la resiliencia, el deseo.
Se puede tener buen oído pero no hacer el esfuerzo por
aprender música, o comprometerse a tantas horas de práctica y
clases diaria de un instrumento, o a ir al conservatorio todos
los años que implica convertirse en músico. O simplemente en
no tener el empuje para esforzarse en cómo sacarle partido a
dicho talento.
Estoy segura que todos vosotros que estáis leyendo este
artículo, conoceréis a esa gente increíble que
podríamos llamar “un diamante en bruto”, con un talento y
cualidad para “x” cosa pero que inexplicablemente (desde el
sentido que domina nuestro discurso) no le profesa ninguna
satisfacción notoria.
Pero por otro lado está el sujeto que tiene una
pasión, un deseo por el piano, el arte, la
informática, la medicina, por nombrar alguna, la agricultura,
todas las particularidades que conforman el mundo, pero que
no tiene mayor talento en aquello que tanto le gusta, sin
embargo, se esfuerza, busca, trata de aprender y consigue
“algo” a través de eso.
Por supuesto no me refiero a alguien con voz barítono tratando
de convertirse en un soprano, porque eso sería perseguir un
imposible que le alejaría de toda obtención del placer, aunque
hay voces muy flexibles y capaces, pero no me refiero ni a
esas excepciones ni a esos imposibles.
Sino a alguien con la intención de mejorar y
perseguir aquello que desea alcanzar. A eso el discurso
actual también le llama talento, y en cierto sentido lo es,
y vá más allá de la resiliencia, tiene más que ver con el
querer saber, con la búsqueda del deseo, con el esfuerzo arduo
que esta búsqueda implica.
En esta búsqueda de talentos y de creación de
talentos, a veces se pierde de vista las
particularidades de los sujetos que puede hacer que en
ocasiones se tenga un talento que nunca llega a engendrar nada
o los que sin tenerlo engendran posibilidades de momentos de
felicidad y éxito.
Y es que hay algo más que devuelve la clínica y se obvia en
los cursos de formación dirigido de todos para todos,
prometiendo el éxito como resultado final donde ya no deviene
nada más.
Presentar el éxito así, concentrado, cerrado, nos puede
devolver un sujeto “enfermo”. Sí, enfermo. No porque el éxito
sea malo, no, sino cuando se le enuncia como un fin único,
alcanzable y cerrado.
Freud hablaba de “los que fracasan cuando triunfan”.
Cuando se alcanza un algo, alguien o situación
que cierra casi el sentido de la vida y despliega entonces
un abanico de neurosis. Pareciera que no podría
suceder porque carece de sentido, sin embargo, sucede.
Recuerdo el caso de un paciente que no lograba sobrevivir sin
la ayuda contínua de sus padres o sus parejas, quiénes a
cambio del favor de ayudarle le intentaban manipular y
“comprar” de distintos modos. Con el paso en terapia logró
restablecerse, conseguir ingresos propios con los que
sustentarse, alejarse de personas que no le querían bien y
convivir con una nueva pareja en la que cada uno mantenía una
cierta autonomía económica y emocional, cuando eso sucedió,
empezó a enfermar casi cada semana y hasta había que
ingresarle de ataques de pánico y angustia que no lograba
explicarse. Había conseguido lo anhelado, el éxito estaba
servido, pero no podía con las culpas inconscientes y los
conflictos aún por resolver de su historia. Hizo falta un buen
tiempo más en terapia, para poder convivir con dinero
proveniente de su propio pecunio y alguien que le quisiera
bien sin que le paralizaran sus fantasmas.
Las recetas no sirven para todos, hay que hacerlas a
medida.
Es más rudo que hacer una receta común, pero en
eso consiste el talento, en un saber hacer.
Tener buen oído y no querer hacer el esfuerzo que conlleva
mejorarlo, aprender de él, ver en qué puede serte útil, es
como no tener talento alguno.
Con el talento, se nace en ocasiones pero se crea también, y
cuando se juntan ambas ya es una conjunción que produce un
espectáculo pirotécnico, con combustión, chispas y también
humo, y es mejor no olvidarse de esto último también.
Elizabeth Cantero
¿TRABAJAR SIN COBRAR EL
29 DE FEBRERO?
Un día único cada cuatro años, el 29 de Febrero, año
bisiesto y en esta ocasión: lunes…
De pronto suena el teléfono con una consulta de grupo de que
si se cobraría más o menos por trabajar al ser un día
atípico, agendado sólo cada 4 años.
Algunos decidieron trabajaron sin chistar, otros con la
alegría de siempre y otros haciendo lo mínimo, total, nadie
les iba a pagar “ese día” tan polémico.
Me llamó la atención la situación y me puse a buscar en
internet y me encuentro con una duda generalizada
tratada de ser contestada por los “expertos” en la
materia, respondiendo que si el contrato era por
días, por horas, de una forma o de otra, y me quedé pensando
en el efecto y la relación de los sujetos con el dinero y
con el trabajo.
La respuesta de los expertos era puramente práctica, no
se cuestionaba la pregunta formulada, pero en una
época de rapidez y simplicidad, pues ante pregunta escueta,
respuesta aún más escueta, incapaz de responder a la verdad
de la pregunta.
Desde la óptica de puestos empresariales de
responsabilidad alta, la pregunta la consideraba fútil,
pero sí se estaba haciendo, sin duda es porque hay
algo que no está funcionando bien, pero como
psicoanalista, ya la preguntaba me invitaba a pensar en mucho
más.
El trabajo implica realizar
un esfuerzo, que permita a los sujetos “hacerse”
cargo de sí mismos y poder emanciparse en más
sentidos que lo que pensamos, sin embargo, no siempre
sucede así, y un posicionamiento inadecuado y no resuelto,
en ocasiones inconsciente, puede llevar a realizar dicha
labor con el mayor desagrado posible, pero incluso
en casos más extremos, llevar a los sujetos a
endeudarse de manera excesiva a través de los créditos que
consiga a su disposición y que además el sistema le otorgará
como si de premios se tratase, rozando con facilidad el
abismo donde no se podrá hacer frente a la responsabilidad
adquirida. El asunto es que muchos no realizan
dicha gestión desde ese posicionamiento de responsabilidad,
sino desde el capricho de un posicionamiento
infantil, siempre carente de satisfacción más allá de un
rato. Porque se puede ser irresponsable aunque se
tenga un trabajo, se puede hacer la demanda
indemandable de que se haga cargo “otro” de lo que a el
sujeto no le interesa enfrentar y sostener y se van
enlazando una serie de conflictos subjetivos y colectivos que
pueden complicar las cosas más de lo sostenible.
En la actualidad se vive un momento de crisis
profunda en muchos países de occidente, donde toca
reinventarse, cada uno como puede para sostenerse
ante una ola perversa y bien estructurada
que por un lado y en forma de tsunami económico arrasó con
muchos y por otro lado, de manera más sutil pretende hacer lo
mismo: “Todos aquellos que no se encuentren en la
cresta de la Ola podrán ser considerados no aptos,
fracasados, o simplemente pertenecer al grupo de los
segregados por no “parecer” más aptos a la demanda de
éxito moderno.”
Ciertamente la precariedad laboral no facilita las
cosas, pero la forma en que se responde a esta situación sí
le pertenece a casa sujeto, cómo enfrentarlo, cómo
realizar la labor obtenida de la mejor manera posible…
¿Qué pasa con el deseo en la actualidad? ¿Con la
castración de los sujetos contemporáneos? El deseo
de saber, de mejorar, de crecer, pero no desde la
dádiva sino desde el esfuerzo, que es como suelen
conseguirse muchas veces las cosas. Un sujeto
capaz de “pagar” a través de su jornada de trabajo por
realizar lo que le gusta, difícilmente se preguntará qué
pasará con el día 29 de Febrero.
Hablar del deseo es mucho más que hablar del deseo libidinal o
sexual, se trata de la pasión, del entusiasmo, del
anhelo de lograr, de alcanzar, de perseguir lo deseado, muy
distinto al trabajar “de cualquier cosa”, no porque no se
consiga otra cosa, sino cuando no interesa otra cosa.
Es vivir la vida vivoteando, sin percibirla, siempre
ajenos, donde Otro, se haga cargo de lo que el propio
individuo no quiere responsabilizarse. Posicionarse
como sujetos de derechos obviando sus obligaciones y sus
deseos, sólo boicoteará su mundo de adultos, dejando
al sujeto forcluído y alejado de sus potenciales y
posibilidades.
Cuando el pago realizado mediante la jornada de
trabajo se sostiene por la satisfacción que repercute estar
en el camino del deseo, con resultados no siempre inmediatos
ni mucho menos semejantes a los imaginados, pero que
permiten una jornada satisfactoria, el 29 de Febrero sólo
será un día más, una especie de póker en el juego de las
cartas que permite un chance más, un poco más de
tiempo, una regalía para acercarse un poco más al
camino medianamente trazado. Si
la jornada de trabajo resulta agotadora, insoportable, en
un entorno áspero o una gratificación económica
insuficiente, habrá que ponerse manos a la obra, desde la
búsqueda de derechos, sí, pero desde la implicación en ver
cómo mejorar o qué hacer para encontrar algo más
gratificante, también.
El lunes 29 de Febrero, un día de regalía del
calendario para pensar cómo hacerlo mejor y donde hoy,
también puede ser 29 de Febrero, metafóricamente hablando…
Elizabeth Cantero
El
humor, lo cómico y el chiste han sido temas de estudios en
todos los tiempos, incluso temas de interés para el
psicoanálisis y al que Freud también dedicó estudio y
posteriores escritos al respecto.
Hace un tiempo, estando en una entrevista donde conversábamos
acerca de las dificultades que imperan en la actualidad y la
mirada que se puede dar desde el psicoanálisis al respecto, me
instigaban una y otra vez al humor y a chistes difíciles que
hacían que lo conversado se volviera complicado e inentendible
para el auditorio.
Aquello iba mucho más allá de la imagen que se suele tener de los psicoanalistas como neutros y sobrios, una cosa era sonreír y otra hacer parodia de lo difícil.
Insistían en que: “la gente lo que quiere es el
jijijaja”. Fue una entrevista difícil pero a pesar
de ello, salimos más o menos airosos de tan comprometidas y
difíciles formas de comentar la actualidad, además intentando
llevarlo a un terreno personal que en nada podrían arrojar
veracidad o no al tema en cuestión.
Me quedé pensando varios días en ello y en aquella
demanda como demanda contemporánea e insistente y un tanto
macabra también.
El humor resulta como mecanismo inconsciente que
permite una salida amable ante las dificultades entre el yo
y el todo poderoso, figuras superyoicas, de
autoridad, por mencionarlo de algún modo para que resulte
entendible. En medio de una parodia se logra
conquistar esa angustia y se ridiculiza, como una estrategia
del lenguaje. Una herramienta de los efectos de la
cultura en los sujetos que cuando sucede, resulta
útil en la vida cotidiana y en especial en un
proceso analítico, como también los lapsus y los fallidos.
El chiste sin embargo nos suele hacer reír por su
relación con lo prohibido. Suelen ocultar algo de
manera textual y funcionan más a nivel de metáfora. Cuando
hay que explicar un chiste pierde todo su encanto,
en el momento que hay que desvelar aquello oculto y sólo
imaginado que hacía que tal comentario fuera jocoso.
Resulta también interesante como un medio a través
del cual se dice aquello que no se atreve a decirse de otra
manera.
Supongamos que se encuentran dos personas y una de ellas va
totalmente vestida de negro y al saludarse con su conocido
éste se le ocurre decirle en forma de chiste y con
una sonrisa, que vaya color con el que se vistió hoy, que
parece un “zamuro”, pero con la misma sonrisa continua su
alegato para decir que el negro “también” es un
color elegante. Sin duda, encontró la forma de decirle
“zamuro” y que no le gustaba nada como iba vestido, pero sin
decirlo directamente. Si un tercero hubiera
presenciado la escena quizás se hubiera sonreído y con suerte
sus mismos protagonistas, también. Algún otro se hubiera
irritado y no con falta de razón, a lo que seguro le hubieran
alegado ¡falta de humor!
Lo cómico es diferente, tiene relación con la imagen,
un ejemplo casi textual, la caída de alguien al andar suelen
ocasionar risa, se le atribuye algo cómico, pero esa caída en
realidad produce una angustia que se la ha compensado con la
risa.
La risa es un rasgo humano, Nietzsche
decía que “La potencia intelectual de un hombre se mide
por la dosis de humor que es capaz de utilizar”.La
risa además suele ser contagiosa. Pero hay
que separarla del sarcasmo y la ironía que hablan de algo
diferente, más bien de una impostura.
Es cierto que utilizar el humor como medida de alivio
ante el sin sentido de la vida, en ocasiones puede ser útil,
pero utilizar el “jijijaja” como medida de evasión
ante esa realidad que impera y resulta dolorosa, sólo es un
modo de permanecer en esa situación, de sumergirse
más ante esa dificultad y no permitirse un espacio de
pensamiento y elaboración subjetiva que permita que la risa y
el humor puedan ser protagonistas de nuevo, pero
desde la seriedad que compone el humor y no desde su propia
parodia.
Todos habremos conocido esas personas que ríen alto, que
gritan mucho para llamar la atención y tratan de mostrarle al
mundo lo muy felices que son, y después tienen esas caídas
depresivas que muchos habremos podido constatar, incapaces de
enfrentarse a sus propias pérdidas y angustias.
El recurso del humor nos lo devuelve la infancia en su
mayor exposición, os recuerdo la película “La
vida es Bella”, escrita, protagonizada y dirigida por
Roberto Benigni. El humor fue sin duda un recurso útil, que le
permitió a aquella familia sobrevivir anímicamente ante la
inclemencia de la barbarie humana.
Pero el humor es cosa seria y para tomárselo en serio
también.
El humor es bienvenido, su justa medida es difícil de
encontrar, al igual que en la música, lo que a uno
le calma a otro le angustia, sin embargo, el humor
como herramienta es deseable, pero que se convierta en un
“jijijaja” que nada ofrece y todo evade, sólo es pulsión de
muerte disfrazada de alegría. Humor sí, “jijijaja”
ya veremos…
Y comienza “otro” nuevo año según marca el calendario y parecen confirmar los efectos de las fechas decembrinas. Una vez pasado la efervescencia y esfuerzos de las Navidades, toca toparse con el nuevo comienzo, sin embargo no deja de ser eso, “otro” año, ajeno y sin garantías. Otra cosa será qué se hace con él.
Es común escuchar y observar las esperanzas depositadas en
cada nuevo año, como si éste fuera a “traer” “no sé qué” de lo
esperado, pero aunque sea “que traiga algo”, dicen algunos,
y ahí es donde el nuevo año se convierte simplemente en
uno más, alejado de la posibilidad de “conseguir” más que
de esperar.
Este decir popular ante las personas que atraviesan
adversidades, tales como “debes pasar página”, “olvida tal
cosa”, “piensa en positivo y verás que lo consigues”, obvian
la contingencia de lo humano, su complejidad y su
inconsciente. No existe el fin y el comienzo sino un
proceso de continuidad, con lo cual el nuevo año será una
continuidad de lo que se venía forjando y lo que se es capaz
de conquistar y lograr. Pero una vez más es un trabajo
único, que amerita esfuerzo y no una dádiva de cada año que
comienza.
Pensar en aquello que se quiere alcanzar y poder arrancar
para ir a su encuentro resulta mucho más rentable, que
realizar una pequeña apuesta a ver si toca la lotería del
éxito, del logro, del encuentro, porque el “deseo” no
funciona así.
A veces escucho comentarios metafóricos como “sé que no lo
conseguiré, pero moriré con dignidad”, o “morir matando”, o
“aunque muera en el intento me lanzo”, todas estas frases,
por mencionar algunas, llevan implícito el fracaso y la
pérdida, el sujeto “lo sabe” y es fácil dejarse llevar por
este camino de goce. Dicho así, ese sería un camino
sólo para eso, para no poder. Y aunque parezca un sin sentido,
así funciona a veces el inconsciente. Hay que tener cuidado
con este tipo de afirmaciones, pues el inconsciente
definitivamente no tiene buen humor y si hay algo es
consecuencia del discurso. Entonces no se trataría ni de
lanzarse al vacío, ni de esperar que el cosmos a través de la
mente positiva obsequie una vida mejor en aras del yo ideal.
Lacan decía: “Sólo se siente culpable quien
cedió en su deseo”, no sentirse culpable o
arrepentido por haberse despojado del camino del deseo, es lo
mejor que se puede intentar, a pesar del esfuerzo, de lo poco
gratuito que contiene, de lo fallido a su encuentro, que sólo
resultará en el mejor de los casos en una lanzadera “ad
infinitum”.
El nuevo año, como cada día, trae la opción como
oportunidad de elaborar las complejidades de los recorridos
para poder realizar de manera activa una siguiente
apuesta, con sus nuevas complejidades, en lo
esperable, un tanto menos mortíferas y más ligadas al
acotado placer.
¡Feliz Año Nuevo!
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Hay personas que creen que las relaciones son complicadas en general, luego hay otro grupo que alega que no es tan complicado, que cuando las cosas funcionan los problemas se disipan.
Hay un dicho popular aún más complejo que dicta: “Hablando
se entiende la gente”, y así muchos sujetos se quedan
pensando qué les pasa a ellos que en ocasiones, por mucho que
se converse sólo parecen enredarse más las cosas.
Las relaciones son complejas “siempre”, por el simple
hecho de que aquello que nos diferencia del resto de los
animales nos suprime esa simplicidad puramente animal, es esa
benevolencia y dificultad a la vez la que se le otorga a
“lalengua”. En psicoanálisis las palabras nunca pueden
definirse de manera genérica y es por ello que muchas veces en
sesión se le invita al analizante a que alegue un poco más
sobre aquello que menciona, a fin de poder abrir el paso al
discurso particular de lo que para él/ella significa tal y
cual cosa. Tal dificultad nos lleva a un camino de vacío e
imposibilidad en cuanto a lo pleno.
Las personas buscan continuamente situaciones deseadas con las
cuales en ocasiones sólo se coquetea y en otras parece
que se logra, pues el deseo se muestra siempre
insatisfecho en cuanto a su alcance imaginario, lo que
permite que el proceso se relance una y otra y otra vez.
Vivir es complicado, contiene frustraciones constantes,
momentos repetidos de dudas, desánimos, enfermedades, cambios
que no se pudieron divisar, fallecimientos. Eso es lo que
supone estar subido a la vida, y en medio de todo eso
complicado, existe la contracara, y se oye una
melodía de Mozart, o se lee una poesía que emociona, se
disfruta una película, surgen las risas ante las ocurrencias
de los niños, se disfruta el sonido del mar y el viento de la
tarde. Ya Freud nos recordó que en el paciente hay que
eliminar la frustración innecesaria, pues con algo de ella
habrá que lidiar en el empuje de la pulsión de vida.
La película que suelo mencionar “El secreto de sus
ojos”, de Ricardo Darín, tiene un final magistral.
Tras más de veinte años de imposibilidad para él de poder
permitirse iniciar una relación con la protagonista de la
película, ella pues se casó, tuvo hijos, aunque siempre
permaneció cerca de él, hasta que al final de la
película, por circunstancia que acontecen y le hacen a él
poder elaborar algo particular, acude a verla y al mirarse
ella entiende lo que ya venía a decirle y se adelanta
dicéndole: “será complicado”, a lo que él responde
“no importa”, y ahí se cierra la puerta para un
intenso y mágico final. Lo complicado permite, lo difícil
suprime.
Lo difícil tiene que ver con las situaciones que se tornan
inalcanzables, donde el esfuerzo nunca será suficiente.
El asunto es cuando se insiste en poder entenderse, lograr,
acercarse a alguien, relación o situación que se torna
difícil, pues probablemente lo que empuja allí poco tiene que
ver con el yo voluntarioso.
En la actualidad, las relaciones cada vez están más
difíciles porque en su ímpetu de que no sean complicadas, se
convierten en imposibles. Hay un cántico utópico y
contemporáneo que dice que sólo se debe consumir alegría y
bienestar y que cuando las cosas se tornan complicadas mejor
dejarlo porque hay más lugares donde asistir.
Pero la felicidad tangible suele ser modesta y la
imaginaria suele ir ligada al debería de ser, que nada
quiere saber en cuanto a lidiar con los agujeros de la
imperfección.
Cuando la gente se relaciona sin más, ponerse difícil es un
método común de desapego y esquivo ante las complicaciones
inherentes a las relaciones. Pero en casos extremos,
llega a convertirse en un modo errado de vínculo, y es
cuando el amor y el drama se entrelazan en las relaciones
de maltrato por ejemplo, como un modo de sostener lo que de
otra forma se diluye.
Hay más formas donde las cosas se pueden poner difíciles y
tienen que ver con el miedo y la angustia, tan diferentes
entre sí, porque el primero protege y el otro sólo tiene la
función de boicot al deseo, en medio de artificios
imaginarios de: que pasaría sí…, cómo quedaría sí…, quitan
el sueño y alejan a los sujetos del encuentro.
El miedo y la angustia son libres, conviven en casi todos y
hacen sus vericuetos en todo tipo de relación, personales y
profesionales, y puede que en el campo del trabajo
cierto punto de temple puede profesar seriedad e inspirar
respeto, pero cuando esa posición se mantiene en el plano
personal, sólo rompe en medio de entramados discursos duros y
espacios donde las posibilidades se quedarán destinadas a
caer, sin mencionar las consecuencias de la cosificación del
otro.
En la apuesta del vivir, lo complicado rondará antes o
después, y no hay presagio suficientemente alto como para
predestinar lo siempre sorpresivo del encuentro entre los
sujetos. Pero cuando las cosas o personas se tornan
difíciles, poco tratables o alcanzables, habrá que apearse a
cuestionar-se para qué insistir y de ahí poder emprender
nuevos andares.
Comparto una canción de Pasión Vega llamada María, que relata
esa posibilidad donde María se apea de lo difícil para
comenzar desde lo complicado que ya comprende un nuevo inicio
de vida. Lo complicado apertura, lo difícil aborta.
Hoy es 8 de Marzo y se celebra el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER o también llamado DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA.
Antes de escribir este artículo estuve investigando más
detenidamente el por qué de este día, algo que me inspirara un
poco más y me afianzara ante la duda de si escribir o no algo
para este importante día o simplemente colgar una imagen que
dijera FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER,
con alguna imagen simpática.
En esta época de globalización y donde pareciera que ya se han
logrado bastantes avances en poco tiempo, comparado a los
cientos de años donde la mujer ha estado anulada en cuanto a
sus derechos se refiere, pareciera que un día como este ya
debería ser eliminado, y como muchos hombres se quejan y
muchas otras mujeres sostienen ¿por qué mantener el
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, si no hay el DÍA
INTERNACIONAL DEL HOMBRE? Pues al parecer hay
sobradas razones para seguir celebrando este día, sin que haya
necesidad de un día homólogo que lo sostenga.
Un día como hoy es importante no olvidar la cantidad de años
que han pasado en donde la voz femenina ha sido silenciada,
apagada incluso de manera activa si era necesario por simple
miedo e ignorancia. ¿A fin de cuentas, no es el miedo
la raíz de la violencia?
¿Desde cuándo en países de occidente pueden las
mujeres usar pantalones, salir a votar, decidir divorciarse,
decidir tener hijos o no, entrar en un mundo laboral alejado
de los fogones y las costuras?
Teniendo en cuenta los años que tienen el hombre y la mujer en
el mundo, y los adelantos tecnológicos, entre otros, que han
ido cambiando las cosas, pues la verdad, hace relativamente
muy poco tiempo.
Más allá de la dificultad que lo femenino comprende incluso
para la propia mujer y como dice el psicoanalista Jaques
Lacan, sin un significante que la nombre, y donde dado el plus
al que ella puede acceder y del que incluso poco puede
enunciar al respecto, no resulta difícil que lamujer (y
no ha sido un error escribirla sin espacio) haya sido temida y
silenciada hace tantos años y sea necesario celebrar
un día al año como conmemoración al logro por conseguir un
lugar no asignado por otro que se lo de, sino conseguido por
ella misma, con el vértigo que eso mismo produjo y produce,
sin que ello resuelva muchos intríngulis particulares de la
feminidad, eso, es otra cosa.
Ahora estoy preparando unos proyectos a nivel corporativo y de
puertas al público a través de asociaciones y ayuntamientos
donde se trabajan temas con las palabras “de moda”, esas
palabras enaltecidas ahora como urgentes y que nadie debería
obviar, tales como emprendimiento, éxito, felicidad,
liderazgo… y viendo ahora un documental muy
interesante de grandes líderes a nivel económico y de
comunicación, sentía que faltaba algo allí que me
rechinaba y no identificaba, hasta leer al final un comentario
de otra lectora que escribió: ¿y las mujeres? Sólo había
Líderes y motivadores “hombres”.
Me convenció esa mujer anónima de la importancia y la
necesidad de que este día es importante seguirlo celebrando
y sosteniendo “pero”, ya no sólo defendiendo los derechos
que como todo sujeto merece, sea femenino o masculino, sino
además, incluyendo a nuestros hombres.
Sin lugar a dudas, existen imposturas masculinas a interpelar.
Por mencionar alguna, la violencia de género, pero si
vamos a usar la frase violencia de “género”, pues “géneros hay
dos”.- No me extraña el cambio que se le ha dado con la
terminología “Violencia machista”.
Usualmente la violencia física está más de la mano varonil que
de la femenina, por simple diferencia física entre ambos
sexos, y porque además parece que el bofetón femenino es casi
un acto elegante ante alguna impostura masculina y no un acto
de violencia también, pero la violencia psicológica también
existe y otra forma de celebrar este día, al que
también se juntan muchos hombres que lo celebran, que
apoyaron en su consecución y lo agradecen, es apoyándoles
también y sin discriminación a poder defenderse de
situaciones de violencia y abuso por parte del otro sexo.
De eso trataría el Liderazgo Femenino, de un espacio de
inclusión, donde ya no sólo hay que defenderse de las
imposturas cuando las haya, eso sin lugar a dudas, sino
también de poder abrazar lo diferente.
La diferencia existe y sólo desde allí se hace posible
la igualdad.
Hoy es un día importante para hombres y mujeres, para los que
apoyaron, para las que fallecieron en el camino, para mujeres
y hombres que siguen trabajando cada día en el intento de
conseguir un espacio más equitativo: FELIZ DÍA
INTERNACIONAL DE LA MUJER, y a las mujeres y hombres que han
ayudado en este camino y consiguieron que yo hoy pueda
escribir este artículo y lo lean ambos sexos: “Gracias”.